No, no sólo lo quiero...lo deseo, lo necesito, un click bombero auténtico, de fábrica, pero que mide como metro y medio; desde que lo vi en una juguetería de Alicante (no doy más señas de su ubicación exacta para que nadie me lo birle) no hago más que darle vueltas a la manera de hacerme con él. El caso es que entré a preguntar por el precio: 1.000 euracos del ala...gñññññ...por la cabeza se me pasó reducir al dependiente y largarme con el click corriendo; ahora tengo que pensar qué banco atracar para pagarlo.
4 comentarios:
:D es el padre de todos los clicks!!
Eva, verlo al natural impresiona, ¡mucho!
Jajajaja... en el salón??? o dónde lo vas a colocar :D
Anita, este click tiene su sitio reservado en mi despacho, ahí, mirándome perennemente :D
Aunque lo del salón tampoco me disgusta!
Publicar un comentario